El proceso de latonado se puede aplicar a varios tipos de metales, principalmente aquellos que son compatibles con la formación de una aleación de latón. Algunos de los metales más comunes en los que se puede realizar el proceso de latonado son:
- Cobre: El cobre es el metal base más común para el latonado. Al latonar el cobre, se forma una capa de latón sobre su superficie, lo que mejora la apariencia y proporciona protección contra la corrosión.
- Bronce: El bronce es otra aleación de cobre, pero con la adición de otros elementos como estaño, aluminio o níquel. El proceso de latonado se puede aplicar al bronce para mejorar su apariencia y protección contra la corrosión.
- Latón: Aunque el latón en sí mismo es una aleación de cobre y zinc, el proceso de latonado se puede utilizar para mejorar la uniformidad y la calidad del recubrimiento de latón en piezas de latón. Esto se puede hacer para corregir imperfecciones o para proporcionar un acabado más brillante y estético.
- Acero: Aunque el latonado se utiliza principalmente en metales que contienen cobre, también se puede aplicar al acero. En este caso, se utiliza un proceso de latonado electrolítico donde se deposita una capa de latón sobre la superficie del acero para mejorar su apariencia y protección contra la corrosión.
Es importante destacar que no todos los metales pueden ser latonados directamente, ya que es necesario que sean compatibles con la formación de la aleación de latón. Sin embargo, existen procesos alternativos, como la deposición de una capa de cobre y luego la aplicación de una capa de latón mediante métodos como el recubrimiento por inmersión o la metalización al vacío. Estos métodos permiten latonar una variedad más amplia de metales.