El proceso de niquelado ofrece varias ventajas a los productos que se someten a este tratamiento. Algunas de las ventajas más comunes son las siguientes:
Resistencia a la corrosión: El niquelado proporciona una excelente resistencia a la corrosión al metal base. El recubrimiento de níquel forma una barrera protectora que evita la oxidación y la corrosión causadas por la exposición al agua, la humedad, los productos químicos y otros agentes corrosivos.
Mejora de la dureza y resistencia al desgaste: El niquelado puede aumentar la dureza superficial del metal y mejorar su resistencia al desgaste y la abrasión. Esto es especialmente beneficioso en aplicaciones donde las piezas están sujetas a fricción, contacto con otros materiales o desgaste constante.
Apariencia estética: El niquelado puede mejorar significativamente la apariencia de los productos. El recubrimiento de níquel proporciona un acabado brillante y atractivo que puede embellecer las piezas, proporcionarles un aspecto más profesional y aumentar su valor percibido.
Facilidad de limpieza y mantenimiento: Las superficies niqueladas son más fáciles de limpiar y mantener. El níquel tiene propiedades antiadherentes que evitan que la suciedad, el polvo y otros contaminantes se adhieran a la superficie. Esto facilita la limpieza y prolonga la vida útil de las piezas.
Conductividad eléctrica: El níquel es un excelente conductor eléctrico. Por lo tanto, el niquelado se utiliza a menudo en aplicaciones donde se requiere una buena conductividad eléctrica, como conectores, contactos eléctricos y componentes electrónicos.
Soldabilidad mejorada: El niquelado puede mejorar la soldabilidad de las piezas metálicas al reducir la formación de óxido y proporcionar una superficie limpia y uniforme para la soldadura.